miércoles, 10 de junio de 2015

Subiendo el Sinchaguasín

De izquierda a derecha: Thairis y Ema (New York), Yvette (Australia).

Mi lindo Pujilí tiene tantos lugares qué visitar, uno mejor que otro; pero el preferido de quien llega a hacer turismo, resulta ser a donde los lleve el camino. Y fue algo que me pasó este fin de semana, cuando tres maestras extranjeras de mi hermana (dos de New York y una de Australia) quisieron ver lo que ofrece este cantón.
Sus nombres: Thairis, Emma e Yvette, quienes en compañía de mi hermana, Jenny, viajaron desde Quito para ser partícipes de las tan conocidas Octavas de Corpus Christi. El clima acompañó, pues dándole gracias al cielo, no llovió. En lo que terminó el desfile, buscamos una discoteca en la que nos pudiéramos divertir un poco, encontrar a viejas amistades y conocer nuevas. Esto de hacer vida social, no resultó tan difícil.
Ellas no quisieron dormir en un hotel, así que en casa tuvimos que preparan camas para las visitas, y una vez más se comprobó que la humildad no tiene límites y es un buen requisito para hacer buenas amistades.
Sin planificación alguna, el siguiente lugar a visitar sería la Plaza de hierbas, conocida así por la feria que en el lugar se realiza los días miércoles y viernes. En dicho lugar se dio el tradicional levantamiento de ‘castillos’, lugares en donde los pujilences ofendan ropa, alimentos y plásticos para que quien tenga el valor de subir a semejante altura, se los llevara. Mis tres nuevas amigas, quedaron asombradas, pero la aventura tenía que continuar.

Cima del Sinchaguasín.

Luego de caminar por las estrechas y empedradas calles de Pujilí, optamos por subir las gradas del Sinchaguasín. La expectativa era llegar hasta la cima, y lo hicimos. La majestuosidad del paisaje daba espacio a hacer varias reflexiones sobre la vida, sobre lo pequeños que somos en ella, sobre lo poco que hacemos por ella… Por un momento fui su guía turística, y me dio tanto gusto compartirles algo de historia o una breve descripción de algunos rincones de Pujilí.

El hacer turismo involucra voluntad de ver más allá de lo que se puede observar, y es algo de lo que pudimos hacer Yvette, Thairis y Emma, puesto que tenían que regresar a Quito para poder descansar y empezar una nueva semana de labores. 

Por: Ibeth Olmos

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