Cotopaxi
está lleno de paisajes y patrimonios naturales y propios del lugar los cuales
han sobresalido por las peculiaridades de cultura lenguaje, creencias, lengua,
flora, fauna, entre otras y uno de estos que ha sobresalido y es muy visitados
por propios y extraños es la famosa y radiante Laguna del Quilotoa, la
misma que está situada en la parroquia Zumbahua, dentro de la reserva de los
Ilinizas, al occidente de la provincia de Cotopaxi, es de origen volcánico que
tiene aproximadamente de 3 km. de diámetro; sus aguas verdes y su forma
redondeada tan particular son fáciles de reconocer incluso desde el aire.
Las
historias y leyendas que se cuentan de este magnánimo lugar son muy
interesantes y atraen la atención de cada visitante, la mayor parte de
habitantes conocen y cuentan que la leyenda que más sobresale es la del cóndor
y una joven muchacha.
Alfredo
Toaquiza habitante de 76 años de edad cuenta que recuerda que su abuelito tenía
la costumbre de reunir a todos los 12 nietos en la orilla de esta laguna y que
les contaba una y varias veces que el Pachamama, creador del universo encomendó
a un ave fuerte y de gran significado sea el que envié y recepte los mensajes
ante las inmensas alturas del cielo, y que mientras pasaban los días esta ave
iba y venía y que un día se detuvo a observar que una muchacha pastaba todos
los días la ovejas y cada vez que la veía se iba enamorando más y más de esta
joven, hasta que un día miro a un señor que se había quedado dormido en los
pajonales del lugar y le quito el poncho de múltiples colores para
hacerse pasar como una persona común y corriente y que esta muchacha no lo reconociera
que verdaderamente era un ave, hasta que se acercó donde estaba la pastora y la
convenció de ir a dar un paseo por las alturas. Hasta que la joven se logró
enamorar del cóndor y se dice que se fue con él y que nunca más se la vio en el
lugar.
Por: Karina Pineda
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