Latacunga
cuna de artesanos hábiles que realizan sus trabajos
a mano o con herramientas manuales, poseen cierta destreza y habilidad para
realizar su trabajo. Pueden trabajar solos o junto a otras personas que les
pueden servir de ayudantes o aprendices.
En este caso, Manuel Rivera Ávila de 77 años de edad,
comenta que inició su vida artesanal a los 7 años de edad ayudando a su padre
quien orgullosamente y en las instalaciones de su vivienda propia ubicada en la
calle más antigua de la ciudad, es decir la Dos de Mayo y Guayaquil # 750,
levantó el negocio. “En aquellos tiempos no había tanta tecnología y hacíamos
las copias con limas manualmente, teniendo cuidado de que non se moviera la una
llave de la otra para que no sean imperfectas” manifestó.
El oficio lo aprendió mirando a su papá y años más tarde
lo heredó; con este negocio ha dado los estudios y preparación a tres hijos y
su esposa se dedica a los quehaceres domésticos. Dedicándose a los trabajos con
faja técnica y posterior a las copias de llaves consigue los materiales en la
ciudad de Quito.
Los objetos producidos suelen tener un valor estético y/o
utilitario. El artesano vende, a título personal o a terceros sus creaciones,
las cuales produce en su "taller", a pie de calle, en un puesto de
artesanía, nos comenta que entre sus herramientas está el bronce y el
revestimiento de níquel limas y la máquina copiadora.
El proceso inicia con la llegada del cliente, busca un
molde parecido en tamaño y forma coloca la llave original y la copia en la
máquina y en diez minutos ya está lista la copia para entregar a su cliente y
lo fundamental es el trato al cliente para que aprecien mi trabajo y regresen
cuando necesiten mis servicios, enfatizó Rivera.
Por: Johana Balseca
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