Un
patrimonio que nunca debería perderse es el trabajo artesanal, tiempo atrás, mujeres
y hombres tenía una labor singular, se dedicaba a hilar el algodón también la lana
de algunos animales; ovejas, cuyes, chivos con el interés de hacer madejas de hilos para vender y obtener dinero
que les proveería de ingresos económicos a su familiar.
En
los barrios Guapulo y Tilipulo era común ver a las personas en alguna parte de
su casa hilando la pushcana. María
Guayta tiene 81 años de edad ella recuerda que desde su juventud hilaba, en la actualidad ya no lo hace porque no
existe compradores, “deje de hilar hace 6 años porque ya no me compraron y tuve
que regresar con el hilo”, acotó.
En
Tilipulo existen pocas personas que todavía hilan, entre ellas esta Francisca
Cando y Victoria Cando, vecinas de la localidad. Continúan con esta labor
porque consideran su pasatiempo, al igual que es una forma de recordar un
oficio que les acompaño por un largo tiempo en el trayecto de su vida.
Este era un oficio que
los ancianos recuerdan y pocos realizan
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Sixse con el tortero de color verde, esté ayuda
a sostener el hilo. |
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Victoria
Cando, empieza a hilar el algodón.
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Esta labor requiere de concentración y empeño. |
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Victoria
Cando, empieza a hilar el algodón.
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La señora Victoria aprieta fuerte el algodón con
las yemas de los dedos hasta que tome la forma correcta del hilo. |
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Hilo fino de algodón |
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Cuando ya está lleno el sixse empieza la tarea
de colocar en el hiladero. |
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. Al final, el esfuerzo se refleja en los
ovillos o madejas de hilo fino. |
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Pushcana;
palo de madera, con algodón cubierto con plástico para que no se vuele con el viento.
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Por: Lilia Cofre
GRACIAS POR RECORDAR LA TRADICIÓN ANCESTRAL DEL BARRIO TILIPULO .... BENDICIONES
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